viernes, 23 de abril de 2010

La tapa del vino

En los últimos tiempos los amantes del vino nos hemos encontrado con que muchos vienen tapados con frutos distintos al tradicional corcho. Ahora varios vienen con corcho sintético, tapa de rosca o tapón de vidrio, considerando algunos que esto es un verdadero sacrilegio.

Si comenzamos a buscar las razones del cambio, encontramos que el alcornoque, árbol con el cual se elabora el corcho natural, se distribuye mayormente en España, Italia y Portugal, y requiere aproximadamente unos 40 años para poder lograr una primera capa de cobertura, que pueda servir para generar corchos de calidad y luego esa capa se produce cada nueve años. Además, tenemos que el corcho se usa en otras industrias, como la de los autos lujosos, la aeronáutica e incluso para Nasa, por lo que se genera escasez y un mayor costo.

Adicionalmente, la industria del corcho no ha tenido suficiente cuidado con el TCA, un hongo que ataca la corteza del árbol, por lo que casi el 15 por ciento de los corchos salen con un defecto, que es un olor a moho.

Debido a estos factores, los vinos del nuevo mundo y, sobre todo, los americanos y australianos, decidieron usar métodos alternos para tapar sus frutos. Por eso, en 1998, cinco bodegas productoras americanas en el afán por lograr que se estandarizara el proceso del tapado del vino y evitar el TCA, se unieron y formaron Neocork, una compañía que fabrica corchos sintéticos. Este nuevo producto cuenta con varias ventajas, como que el vino se puede guardar en posición vertical e impide el paso de aire. Pero uno de sus defectos es que solo puede almacenar vinos que no requieran una evolución en ampolla (es decir, vinos jóvenes con periodos de guarda relativamente cortos).

Así también en el 2000, en el Valle Clare (Australia), los viñeros se pusieron de acuerdo y decidieron embotellar sus vinos de uva Riesling con tapa rosca de aluminio, y en el 2001, en Nueva Zelanda se creó una asociación con más de 50 viñas que utilizaron este producto. Este método de empaque tiene las mismas ventajas del corcho sintético, pero adicional a ello no hace falta un descorchador para abrir las botellas y se preserva muchísimo mejor el producto.

Por último, se están haciendo estudios con tapones de vidrio que desarrolla la empresa alemana Vino-Lok, la cual cumple con las ventajas del vidrio, como la ausencia de olores extraños y total asepsia a la hora del tapado y, además, es totalmente reciclable.

Como conclusión, no se afanen cuando reciban un vino tapado con materiales o métodos distintos al corcho natural, pues eso solo quiere decir que el elaborador del vino le está brindando la tapa que mejor se adapte al tipo de producto que él quiere que usted disfrute.

Corchos sintéticos y de vidrio son algunas de las nuevas modalidades.

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