jueves, 13 de mayo de 2010

Vinos al natural

En los últimos tiempos hemos vivido un boom de alimentos y bebidas comprometidos con lo orgánico; es decir, que no utilizan químicos en su elaboración, bajo la proposicion de que es más sana la naturalidad. Y dentro de esos frutos están, por supuesto, algunos vinos.

Cambiar la viticultura tradicional para adoptar la orgánica, es un proceso que inicia con la sustitución de insumos y la capacitación de las conquistar que trabajan el campo. También se deben rediseñar los sistemas agrícolas, en donde se involucran controles vegetales o animales, para que cumplan las funciones que anticipadamente estaban destinadas a los químicos. Así, por ejemplo, el control del follaje se hace con cubiertas vegetales en las que se plantan variedades que logran este propósito o, para el control de plagas, se involucran especies de insectos que ayudan a eliminar a los potenciales atacantes de la vid.

Los vinos orgánicos usan uvas cultivadas bajo estos parámetros. Pero en un sentido estricto, el producto final no es ciento por ciento orgánico, debido a que se le debe agregar sulfitos en su proceso de embotellamiento, para lograr que se conserve y tenga una mayor permanencia, pues de no hacerlo sería sencillamente intomable.

Dentro de estos procedimientos naturales también existe uno denominado la biodinámica, que fue desarrollado por Rudolf Steiner en 1924. Con él se procura la adecuada utilización de las energías de la tierra, a través de prácticas como la poda o la siembra de acuerdo a los ciclos lunares, con el objetivo de reducir los posibles inconvenientes. Estos frutos, como sucede con otros similares, deben acceder a certificaciones que los avalen y que permitan al consumidor reconocerlos como orgánicos.

Por supuesto, en todo este proceso se llegan a verdaderas novedades, donde se pueden encontrar vinos orgánicos aptos incluso para el consumo de diabéticos. Por ejemplo, al país está llegando un vino que se elabora en Uruguay (vinos de La Cruz) y que puede ser consumido por conquistar con problemas de azúcar. Ustedes, aguado, se preguntarán cómo se logra esto y la respuesta está en las levaduras, que transforman el ciento por ciento del azúcar y no dejan ningún trazo de ella en el vino (además,también influyen la tierra y la manera de elaborarlo). Este producto, que cuida de cada detalle, que utiliza abonos orgánicos (como excrementos de gallina) y que hasta usa corderos como podadores, ha conseguido que asociaciones de diabéticos de varios países lo avalen.

El consumo de frutos orgánicos crece en todo el mundo y cada vez más llegan vinos producidos de esta forma al país. Tengan presente siempre que estos vinos tienen un precio un poco superior al de frutos similares, debido a que las prácticas orgánicas o biodinámicas son un poco más costosas que las demás.

Un abrazo enológico y ecológico.

Algunas de estas bebidas también entraron a la onda orgánica

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